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Necesito el epílogo de la obra "Niebla" del autor Miguel de unamuno.. no la encuentro por ningun lado :uhh: gracias
Te vale esto? xd
No me lo he leido pero he encontrado esto:
http://cvc.cervantes.es/literatura/aispi/pdf/09/09_133.pdf
No me lo he leido pero he encontrado esto:
-Epílogo:
Son los pensamientos del perro, Orfeo, que con el título de “Oración fúnebre por modo de epílogo”, nos cuenta, de una forma entrañable y tierna, todo lo que pasó por la cabeza del animal al descubrir que su amo había muerto.
La narrativa unamuniana, y en modo significativo Niebla (1914), se
asienta sobre la fuerza expresiva de la palabra como territorio común del autor/emisor-lector/receptor ' .Unamuno, maestro del lenguaje, se esfuerza
constantemente en penetrar en la estructura misma de la lengua, haciendo
gala de una amplia gama de recursos expresivos en los que, en particular,
estructuras paradójicas, imágenes y juegos metafóricos se revelan canteras valiosas. Sueño, niebla, novela, teatro, como metáforas significativas de su concepción de la vida, recorren su vasta y poliédrica obra. Siguiendo las huellas
de los grandes autores clásicos de todos los tiempos, "desde el sueño de una
sombra, de Pindaro, hasta el la vida es sueño, de Calderón y el estamos hechos
de la madera de los sueños" de Shakespeare
2
, el escritor bilbaíno se sirve conasombrosa frecuencia de la imagen onírica para desplegar las alas de su complejo universo filosófico-narrativo
3
.
En Unamuno, observa Iris Zavala, "una misma metáfora, un mismo
léxico, se repite mediante autocitaciones, reiteraciones, refutaciones, pero
siempre dentro de la totalidad de su discurso, al cambiar de lugar y de función significa algo distinto"
4
. En Niebla, una de sus novelas de mayor aliento y, tal vez, la más problemática, el sueño deja de ser mero recurso literario
para erigirse en motivo recurrente, en signo de valor polisémico capaz de
revelarnos el secreto y el misterio de la vida del hombre. Si la narrativa unamuniana se nos presenta como un gran viaje a través de la conciencia en la
que el escritor reflexiona sobre su personalidad y el misterio de la existencia,
la nivola, en este itinerario, se instala como texto clave de las preocupaciones
estéticas y formales que van definiendo su escritura como espacio de indagación y búsqueda del sentido profundo de la vida. Las criaturas unamunianas, en lucha por afirmar la propia autonomía, desnudan su personalidad a
través de un camino que les lleva a descubrir entre la niebla de la vida la precariedad de la existencia. Bajo esta perspectiva, la obra puede ser considerada toda ella como una gran metáfora existencial de la vida, al tiempo que la
misma niebla, como imagen visual, puede asociarse al sueño en la medida en
que ambos no ofrecen ninguna representación posible y están hechos de la
misma indeterminada materia/sustancia
5
.
Algunas de las intuiciones y rupturas que perfilan la novela unamuniana como nuevo saber narrativo encuentran adecuada correspondencia
en la metáfora onírica. Visible intento éste en el que descuellan, como cuestiones centrales, el despertar de la personalidad, manifestación de la firme
voluntad y deseo de vivir y sobrevivir del autor, y la autonomía de los entes
de ficción en el marco de la realidad existencial de la persona y del personaje;
ambos ampliamente tratados, respectivamente, en sus ensayos capitales Delsentimiento trágico de la vida (1913) y Vida de Don Quijote y Sancho (1905),
con los que su nivola se complementa.
El motivo onírico, en efecto, acompaña todo el texto unamuni ano en
su compleja red de entrecruzamientos de ámbitos reales y ficcionales. No
han faltado interpretaciones acerca de su cuidadosa organización interna y
sabiduría estructural en función de la teoría de los sueños
6
o de la teoría
dialógica relacionada al concepto oní r i co
7
. Un estudio sobre las diversas
implicancias y funciones del motivo del sueño en la estructura de la obra
excede los límites de este trabajo. Tan sólo nos guía el intento de afrontar, en
arriesgada síntesis, una parcela sumamente reveladora de su filosofía onírica:
aquella en la que el sueño, ligado al problema de la creación artística y en
función de la reflexión que la obra hace de sí misma como realidad textual,
se delinea como aspecto significativo en el marco de las solidarias e
interdependientes relaciones autor/personaje y que en Unamuno llaman en
causa al lector/receptor como complemento activo del texto.
En la imagen del sueño el escritor busca el sentido, el papel auténtico
de la vida del h omb r e
8
. Esta preferencia hacia lo onírico como metáfora de
la vida no puede asombrar de ningún modo en un autor que toda su vida
desconfió del imperio de la razón. Unamuno, voluntarista vital, se propone
subordinar la razón a la vida. En su visión, la razón, ligada a la inteligencia
y a la lógica, se revela un aspecto limitativo de la propia libertad de vivir y,
por lo t anto, incapaz de interpretar la vida mi sma
9
; de ahí que, sostenga el
escritor, "todo lo vital es irracional y todo lo racional es antivital" (OC, VII,
163). Contrariamente, el sueño, desprovisto de todo control lógico, remite
al ámbito de la inconsciencia, de lo eterno, de lo intuitivo y, en modo incuestionable, es recinto de la imaginación, entendida esta última como "vía de
acceso a lo real, que se mueve fuera de la lógica y de la razón, donde la vida
es plena libertad"
10
. Unamuno explora las zonas inéditas de la realidad, se
empeña en escrutar los ámbitos que escapan al dominio de la razón. En este
camino de búsqueda como vía de acceso al significado profundo de losmisterios de la vida, el escritor vasco, siguiendo las huellas calderonianas, en
reiteradas ocasiones asimila el sueño a la vida
u
. El sueño, como la vida
misma, no puede ser sistematizado: "La vida, que es todo, y que por serlo
todo se reduce a nada, [...] es sueño, o acaso sombra de un sueño y [...] no
merece ser soñada bajo una forma sistemática [...] El sistema [...] destruye la
esencia del sueño y con ello la esencia de la vida" (OC, VIII, 726), nos dice
Un amu no en el Comentario al Retrato de J. Cassou que abre su novela autobiográfica Cómo se hace una novela (1926).
Si la razón, "enemiga de la vida" (OC, VII, 162) anula y destruye, la
imaginación, por el contrario, es generadora de vida. La "vida como sueño"
significa que el vivir es soñar, e inversamente, soñar, vivir, que en Unamuno
se define como voluntad de querer ser. Ahora bien, en la dialéctica de contrarios y opuestos que caracteriza el pensamiento de don Miguel, el sueño no
se encuentra escindido de la vigilia. Es más, la presupone
u
, abriendo "el
espacio de otro despertar, de otra búsqueda"
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; de ahí que haya que despertar a quien duerme "para que sueñe la realidad", aunque ésta "sea, como es,
un sueño" ( O C, III, 998).
Augusto Pérez, soñador incierto, "paseante de la vida" (p. 557), es una
figura ceñida de ensueños, envuelta en la niebla de la inconsciencia, en el
sueño de dormir. Su débil personalidad deambula entre el sueño y la niebla.
El amor, el dolor y la desilusión lo irán despertando a la vida, trazando un
itinerario que culmina en el célebre encuentro con el autor, en donde
Unamuno, incorporándose en el texto como un personaje más, transgrede
las leyes de consistencia narrativa. Este proceso vigilia/sueño como búsqueda
delinea en el personaje la conciencia agónica de querer ser, voluntad de vivir
y sueño de eternizarse, que Augusto Pérez descubrirá como anhelo vital en
el pathos de la mencionada entrevista del a tantas veces comentado capítulo
XXXI, donde la precariedad de su realidad sustancial se le revela en toda su
fuerza trágica. El personaje ha adquirido conciencia de sí y de su lucha agó-
nica que arranca de la firme voluntad de seguir viviendo: "Quiero vivir,
vivir..., y ser yo, yo, yo" (p. 669) implora Augusto.
http://cvc.cervantes.es/literatura/aispi/pdf/09/09_133.pdf