El actor Macaulay Culkin fue capaz de enternecer hasta el más duro de la platea del cine con sus ojos claros y su pelo rubio, los cachetes rosados y los labios haciendo pucherito de forma natural. Pero el niño que protagonizó la saga de "Mi pobre angelito" durante los noventa se convirtió en un adulto atormentado por los problemas familiares y de adicción a las drogas.
A sus 31 años, el actor logró mantener cierta estabilidad en la ciudad de Nueva York, donde vivió siempre. Alejado de las drogas, Culkin se dedica por estos días a otros hábitos, como fumar o tomar la bebida energizante Red Bull, como lo mostró el sitio inglés The Sun. Aunque hayan pasado décadas, todavía lo reconocen en la calle y se presta para sacarse fotos con sus fanáticos.
Después de hacerle juicio a sus padres y de emanciparse legalmente antes de los 18 años por decisión de un juez, Culkin tomó posesión de su fortuna, alcanzada con la saga y otros trabajos, como "Ricky Ricón", el thriller de 1993 "El ángel malvado" y hasta un video de su amigo Michael Jackson, a quien apoyó durante su juicio de 2005 por abuso infantil.
Culkin se casó a los 17 con su novia de la infancia, Rachel Miner, pero se divorció cuatro años después. Ya separado y con su dinero en el bolsillo, el joven actor parecía no encontrar su camino ni en Hollywood ni en Nueva York. Su cara ya no es redonda e infantil, sino que lleva una barba rubia y rala, y exhibió su magra figura por las calles de Queens, donde sus admiradores lo reconocieron y le pidieron una foto.
El actor tuvo problemas con la policía hace algunos años, ya que fue arrestado por posesión de marihuana y fue multado, obtuvo una condena en suspenso y fue forzado a ingresar en un centro de rehabilitación.