Tras un largo trayecto buscando el afro dorado por las grandes llanuras de Germania, adentrándome en peligrosas selvas de Corea del Norte y burlándome de su "impenetrable" seguridad. Logré conectarme a la red WiFi norcoreana, y conseguí dar con el paradero de donde escondían tan semejante obra del Olimpo.
Mirad y temblad ante tal inmensa y majestuosa obra afrodisíaca; lo bien que luce en mi espléndido perfil, a nadie le quedaría mejor. ¡Arrodillaos!
Pero en verdad lo compré por eBay.