Miles de personas inundaron de blanco la Plaza de Cibeles para celebrar junto a los jugadores del
Real Madrid la histórica decimotercera Champions League tras vencer en Kiev al Liverpool (3-1).
También cientos de aficionados salieron a las calles de la capital española para ver pasar el autobús que llevaba a los jugadores y a “La Orejona”.
La plantilla llegó cerca de las 8 de la noche en un autobús descapotable tras la tradicional visita al Ayuntamiento y la Comunidad de Madrid.
En torno la estatua de Cibeles les esperaba una plataforma para que pudieran realizar sobre la misma una vuelta de honor, algo que hicieron jaleados por la multitud de aficionados que en ocasiones cantaban por iniciativa de Sergio Ramos.
Una vez más, el privilegio de estar con la “diosa” correspondió a los capitanes Sergio Ramos y Marcelo Vieira, bajo la atenta mirada del resto de sus compañeros.
Ellos fueron los encargados de acercarse y ponerle una bufanda y una bandera con el escudo del equipo. Además, situaron a su lado el trofeo que les acredita como campeones continentales por decimotercera vez y tercera consecutiva. Ramos, con un beso a estatua, puso la guinda a la ceremonia.
A pesar de toda la polémica que creó Cristiano Ronaldo sobre su posible adiós del club merengue, se le vio muy contento en el recorrido e incluso no dejó el micrófono para cantar y gritar "campeones".
Júbilo y éxtasis en el Bernabéu
Solo hubo júbilo y éxtasis en el estadio Santiago Bernabéu cuando los jugadores ofrecieron a sus aficionados la treceava "Orejona".
En ese escenario, más de 80.000 personas vieron la final del sábado a través de pantallas de televisión instaladas en el estadio y ahora gozaron con cada movimiento y gritos de los futbolistas.